miércoles, 28 de abril de 2010

La educación sexual, una solución al aborto

Un aumento de las charlas acerca de sexualidad, métodos de protección y ETS puede prevenir la ascendente interrupción del embarazo entre las adolescentes.
Imane Rachidi. 28/abril/2010. trabajo de investigación



En los últimos años han crecido las consultas en Internet acerca de métodos anticonceptivos y enfermedades de transmisión sexual. La única forma de hablar de este tema, a veces “tabú”, es entre los amigos, puesto que pocos son los adolescentes que tienen la iniciativa de contar las dudas que les inquietan a sus padres, profesores o incluso a un sexólogo. Pero este no es el único problema, sino que, a la hora de comenzar una charla resulte que ni siquiera los propios jóvenes han adquirido el suficiente conocimiento sobre los métodos existentes, forma de uso y su eficacia. No obstante, nuestros jóvenes sobrevaloran sus conocimientos acerca de estos temas.

En muchos colegios se piensa que evitar realizar estas actividades sobre sexualidad ayudará a disminuir las relaciones entre jóvenes “el aumento de información, incita a practicar sexo” afirma Juan E. Tanus. Sin embargo, los datos estadísticos revelan que el 66% de los adolescentes españoles entre 15 y 19 años pertenecen a la población sexualmente activa.


Es cierto que la información no es suficiente, pero se considera un prerrequisito necesario para poder llevar una práctica sexual protegida.


El debate vigente es acerca de la edad en la cual se debe comenzar a dar estas charlas. Al igual que las matemáticas se inician en una edad considerada apta para que el alumno pueda adquirir los conocimientos de forma fácil, rápida y básica, adaptándose a su edad, la educación sexual se debe impartir en los centros educativos en una edad anterior a “la primera vez” de cada joven adolescente. Los expertos coinciden en que la edad ideal se sitúa entre los 11 y 12 años.


Por otro lado, a nadie le es indiferente que la información sexual que se pueda ofrecer en los colegios provoca un cierto pudor en muchos padres. No obstante eso no tiene porque ser cierto, puesto que se consigue informar, saber, aprender y prevenir embarazos no deseados, enfermedades, e incluso trastornos provocados por el carecimiento de un conocimiento adecuado y correcto.


Fomentar la información sobre la educación sexual que llega a los colegios e institutos de nuestro país, colaborará a hilar la confusa información que nuestros jóvenes han ido adquiriendo de medios de comunicación, familiares, colegios y amigos.

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